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Sin las ruedas y los rodillos, hechos por Blickle, los centros logísticos postales de Europa quedarían paralizados y mucho más. Hay otros sectores en los que la empresa, que ocupa el tercer lugar en el mercado mundial, mantiene su negocio en marcha, incluida la producción de moldes por inyección de Blickle. Y allí, la adopción de BALINIT CROMA PLUS ha reducido los niveles de mantenimiento y desperdicio.
Un boom rítmico resuena en la fábrica de Blickle en Rosenfeld, Alemania. Una rueda se mueve a través del proceso de prueba. Asegurado firmemente, pasa por encima de los umbrales de un disco que gira debajo de la muestra. Con una carga de hasta 5 toneladas, la rueda debe superar los obstáculos con éxito muchas veces para pasar la prueba de calidad.
Como productor de 20 millones de ruedas y rodillos al año, la empresa fabrica productos a medida con propiedades especiales para una amplia gama de aplicaciones, ya sean carritos de súpermercado o camiones para pallets, montacargas o cintas transportadoras. Más de 8.000 artículos pueden estar listos para su envío a toda Europa en un día y 12.000 más requieren solo uno o dos días.
“En términos de rango vertical de manufactura, tenemos el centro de producción de ruedas y rodillos más grande del mundo aquí mismo en Rosenfeld”, dice el Gerente de Marketing Werner Herre. "Gracias a este conjunto de conocimientos técnicos y procesos estrechamente interrelacionados, podemos convertir productos estándar, en un producto especial con relativa rapidez, incluso en pequeñas cantidades".
Un buen ejemplo de la forma en que estos productos especiales resuelven desafíos, es la innovación de ruedas denominada "POTHS", en el mercado desde 2019. El hace referencia a cuerpos de rueda hechos de poliamida irrompible y una superficie de rodadura de poliuretano termoplástico (TPU) para su uso en aplicaciones higiénicas o en la industria alimentaria. Como su producto hermano “POTH”, tiene una alta capacidad de carga (hasta 550 kg) con baja resistencia a la rodadura y, con su superficie de rodadura más blanda, ofrece una mejor amortiguación del ruido y una mejor calidad de marcha.
Durante el proceso de producción, el adhesivo une permanentemente el cuerpo de la rueda y la superficie de rodadura. Esto requiere el uso de dos máquinas de moldeo por inyección. El primero produce el cuerpo de la rueda, que se transfiere automáticamente a la segunda máquina, donde se inyecta una superficie de rodadura alrededor del cuerpo de la rueda. “De esta manera, los componentes se adhieren mejor entre sí, que si la superficie de rodadura solo se adhiera al cuerpo de la rueda”, explica Frank Binder, diseñador de herramientas de moldeo por inyección. Un aditivo en el TPU asegura una adherencia particularmente buena entre la llanta y el neumático.
Esta adhesión también es la fuente de un efecto secundario indeseable: el material sintético se adhiere obstinadamente también a los moldes de inyección. El desmoldeo se hace más difícil y los residuos de material en el molde son casi imposibles de eliminar. Después de solo unos pocos cientos de disparos, se debe limpiar el molde, un procedimiento de extracción y reinstalación que dura de 2,5 a 3 horas. La máquina y el canal caliente también deben limpiarse de TPU con cada parada prolongada, dice Binder: "El material derretido solo tiene una vida útil de alrededor de 15 minutos, luego se descompone".
Blickle buscaba un recubrimiento de herramientas adecuado para controlar el pegado y reducir la considerable cantidad de trabajo, así como el volumen de residuos, y lo encontró en BALINIT CROMA PLUS. El recubrimiento multicapa extremadamente duro a base de CrN protege las herramientas de la abrasión y los arañazos, y reduce la adherencia del plástico fundido debido a sus propiedades cerámicas. La formación de residuos se redujo en gran medida y, por lo general, los depósitos se podían eliminar manualmente con medios simples sin desmontar la herramienta. El resultado: intervalos de mantenimiento significativamente más largos y menos desperdicios. El resultado positivo ni siquiera requirió mucho tiempo: "Investigación, pruebas e implementación; todo tomó solo unos meses", dice Ronald Baumhöfer, gerente de cuentas clave de plástico en Oerlikon Balzers.
Fabricante líder de ruedas, rodillos y ruedecillas, con más de 17 empresas comerciales en Europa, América y Asia, así como representantes en 120 países.
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